Además de un buen descanso, es importante mantener un correcto hábito de higiene postural, tanto al dormir como en situaciones cotidianas como ver la televisión en la cama. Sin embargo, en ocasiones, es necesario el apoyo de profesionales con ejercicio terapéutico que nos ayuden a tener un mejor estado físico y mental.
¿Qué es el ejercicio terapéutico?
El ejercicio terapéutico es la realización de una actividad planificada y sistemática de movimientos corporales, patrones y posturas para prevenir riesgos relacionados con la salud, y corregir alteraciones que provocan dolor.
Habitualmente, este tipo de ejercicios se realiza con la ayuda y supervisión de un fisioterapeuta, para lograr los beneficios a medio y largo plazo que se prevé conseguir. Los principales puntos en los que se centran, son:
- Fuerza
- Resistencia física aeróbica
- Capacidad cardiovascular
- Movilidad y flexibilidad
- Estabilidad
- Relajación
- Coordinación, equilibrio y destrezas funcionales
Ejercicio terapéutico en fisioterapia: objetivos que persigue
Incluido en muchos programas de cuidados paliativos y de forma más técnica que la gimnasia para mayores, los ejercicios terapéuticos pretenden conseguir:
- Mejorar la función física y restaurarla
- Evitar la pérdida de funciones motoras
- Mejorar las capacidades fundamentales
- Prevenir y disminuir el impedimento físico y la discapacidad
- Mejorar el estado general de salud y la sensación de bienestar
Además, tiene muchos beneficios, como ayudar a la recuperación en lesiones musculares y recuperar el equilibrio perdido tras la operación de una articulación como la rodilla, o simplemente, para evitar caídas.
Tipos de ejercicios terapéuticos
Dependiendo de las recomendaciones del fisioterapeuta, nos indicarán qué tipos de ejercicios terapéuticos debemos hacer para mejorar nuestro estado o patologías. En función de las necesidades de cada persona, podemos realizar los siguientes tipos de ejercicios:
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- Ejercicios terapéuticos de movimiento: Aumentan el rango de movimiento en articulaciones y tejidos blandos, combinando estiramientos activos y asistidos.
- Actividades de rendimiento muscular: Buscan potenciar la resistencia y fuerza muscular sin producir daños.
- Ejercicio postural: para mejorar el equilibrio y corregir malos hábitos.
- Equilibrio y coordinación: Buscan recuperar el equilibrio y coordinación de pies, piernas, brazos y manos.
- Fisioterapia de relajación: Ayudan al cuerpo a relajarse, aliviando el dolor, por ejemplo, en casos de problemas de espalda, huesos o fibromialgia. También favorece dormir mejor y mejora la circulación de las piernas.
Ejercicio terapéutico: Complementos para aumentar sus beneficios
Normalmente, después de cada tratamiento, se recomienda mantener una buena postura al dormir, con la ayuda de camas articuladas que nos permita colocarnos correctamente. Además, podemos adaptar la casa para personas mayores y utilizar sillones reclinables que nos ayuden a levantarnos, evitando malos movimientos que puedan arruinar los avances realizados con el ejercicio terapéutico.
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