Dormir poco o de manera interrumpida, puede causar estragos en tu estado de ánimo. Los expertos aconsejan descansar una media de 7 a 9 horas al día, de lo contrario tu salud se puede ver afectada si la situación se prolonga en el tiempo.

Esta falta de sueño se denomina insomnio, una enfermedad que afecta a la mayoría de la población en mayo o menor medida impidiendo poder dormir de forma regular.

 

¿Cómo detectar la aparición del insomnio?

Pasarse varios minutos acostado en la cama sin poder dormir, es uno de los síntomas más evidentes de que podemos padecer esta enfermedad. Pero, ¿Qué otros factores pueden afectar a nuestro descanso?.

 

Insomnio de inicio

Acostarse en la cama sin tener ganas de dormir, nos puede afectar a corto plazo. El propio cuerpo suele evidenciar el momento idóneo para acostarse, hacerlo previamente afectará a la aparición del sueño.

 

Insomnio del inicio

 

Los expertos indican que, de forma general, el primer sueño debe llegar antes de que transcurran 30 minutos tras meterse en la cama articulada. De lo contrario, estaremos manifestando síntomas de insomnio.

 

Insomnio de mantenimiento

Una vez pasados esos 30 minutos, entraremos en la segunda fase del insomnio: la de mantenimiento. Esta se produce cuando se prolonga la llegada del descanso inicial.

Otro de sus síntomas puede ser despertarse en mitad de la noche y no conseguir volver a dormir, resultando haber tenido un descanso insuficiente.

 

¿De qué manera afecta dormir mal a nuestro día a día?

Normalmente dormir mal atrae consecuencias negativas para nuestro cuerpo, en nuestro día a día puede producir una falta de actividad o reacción para realizar nuestras de forma adecuada.

Adormilamiento, bostezos continuado o falta de concentración, son algunas de las evidencias que nos produce el haber dormir de manera incompleta.

 

Dormir mal

 

Causas del insomnio

Al igual que otras enfermedades del sueño, el insomio se debe a unas causas que afectan a nuestro organismo.

 

Causas médicas

El tratamiento o los síntomas de otras enfermedades, afectan directamente al descanso placentero. La gran mayoría tiene que ver con el dolor, como el de la espalda o dolencias que afectan a los nervios como la ansiedad o la depresión.

 

Dolor de espalda

 

Dentro de este grupo se podría incluir a aquellos factores producidos por las necesidades fisiológicas. La incontinencia urinaria en mitad de la noche, hace que nos despertemos y nos pueda llegar costar reiniciar el descanso.

 

Causas externas

La forma en la que tenemos adecuada la habitación, afectará a nuestras condiciones para dormir. Contar con un buen colchón o tener una almohada adaptada a nuestro cuello, supondrá beneficios para mejorar nuestro descanso.

En función del espacio temporal que estemos despiertos por las noche, podemos diferenciar dos tipos de insomnio:

  • Crónico: Cuando la enfermedad se prolonga durante más de seis meses.
  • Transitorio: Si estamos sin dormir bien tan sólo unos días, sin llegar a superar el mes.

De todas maneras, ante cualquier síntoma, es recomendable acudir a nuestro médico de cabecera para que nos recomiende un tratamiento.

 

Remedios para el insomnio

La manera de mejorar algo que falla es cambiarlo radicalmente. En el caso de como combatir el insomio, la clave está en los hábitos que tenemos adquiridos a la hora de dormir.

Dar un giro de 180 grados a nuestra rutina diaria, es el camino para comenzar a mejorar nuestra situación. Si notamos que el origen se remonta a nuestro estado de ánimo, deberemos tomarnos las cosas con más tranquilidad para que no nos repercuta en el descanso nocturno.

 

 

En los casos más extremos, se deberá hacer uso de medicamentos que nos ayuden a poder conciliar el sueño, siempre bajo prescripción médica.

Otra opción es usar remedios caseros para el insonio, tales como las infusiones que ayudan a tranquilizarse y conciliar el sueño.

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